Herencia Taína
Aunque algo bajos de estatura, los indios taínos eran de cuerpos bien formados y piel color cobriza. Fueron gentes lampiñas, de cara ancha, con pómulos muy pronunciados, labios un poco gruesos y de muy buena dentadura.
Tenían el pelo negro, grueso y muy lacio, cortándoselo por encima de las cejas y también atrás, a diferencia de los macorixes y ciguayos quienes llevaban el pelo largo atándoselo atrás con una redecilla a la que insertaban plumas de “papagayos” (Temnotrogon roseigaster) y cotorras (Amazona ventralis).
Los indios macorixes y ciguayos habitaron en la zona nororiental de la isla de Santo Domingo, ocupando la península de Samaná y tierras aledañas. Se caracterizaban por ser muy belicosos y diferir lingüísticamente de los taínos.
Los taínos siempre andaban desnudos, llevando solamente en sus brazos y piernas unas ligas o fajas de hilos de algodón, aunque algunas mujeres casadas utilizaban unas faldillas, tejidas también en algodón, denominadas naguas.
Existió entre ellos la costumbre de practicarles a los niños la deformación artificial del cráneo, sujetándoles con bandas de algodón dos tablillas de palma, una en el frontal y otra en el occipital, con lo cual lograban que la frente luciera más ancha. Se perforaban el lóbulo inferior de las orejas con la finalidad de lucir en ellas pasadores decorativos u orejeras, llamadas en su lengua taguaguas.
Su organización social, política y religiosa fue la más evolucionada entre los grupos indígenas de las Antillas. Su máxima unidad territorial era el “cacicazgo” que agrupaba determinadas aldeas o “yucayeques“, los cuales estaban dirigidos por los “caciques“, que ascendían a estas posiciones por la vía matrilineal hereditaria o la realización de un hecho extraordinario.
El cacique se distinguía por el guanín o disco de oro que colgaba sobre su pecho, y por el uso de cinturones hechos de algodón trenzados con cuentecillas de pedrería y conchas, al igual que cintas para lucir en la cabeza, insertándoles a ambos una guaiza o pequeña carátula central.
Los indios de la Española, Puerto Rico y las demás Antillas fueron muy aficionados al juego de la pelota, utilizando para ello una pelota de goma posiblemente extraída del copey (Clusia rosea), la cual sorprendió a los españoles quienes desconocían la existencia de la goma.
En el juego participaban dos equipos de indeterminado número de jugdores que trataban de mantener la pelota en el aire, golpeándola tan sólo con las caderas, los codos, los hombros y con la cabeza, sin poder emplear las manos para darle, precisándose gran agilidad y destreza por parte de los jugadores, ya fuesen estos hombres o mujeres.
El lugar donde se jugaba recibió el nombre de batey, consistiendo en una cancha generalmente de forma rectángular, cuyos linderos podían estar demarcados por una hilera o calzada de piedra, teniendo algunos de estos peñazcos petrogliflos o figuras labradas con representaciones de cemíes u otras imágenes tutelares.
El areíto
Una ceremonia ritual de suma importancia para el taíno lo constituía el areito, que era una expresión musical de cantos y danzas, complementada con recitaciones de hechos y hazañas ocurridas en tiempos antepasados. El areito se considera el signo más avanzado dentro de todas las expresiones culturales del pueblo taíno. Por lo regular lo practicaban en plazas ceremoniales que los españoles llamaron “corrales” y era dirigido por una persona principal. (Vea Centro Ceremonial Indigena de Tibes, Ponce, Puerto Rico.)
El areito servía para expresar la unidad tribal y educar a los jóvenes y niños en las tradiciones familiares y de la sociedad. Tenían significados muy variados, por lo cual un areito podía ser amoroso, doliente, de guerra, plañidero y de carácter místicoreligioso. En otras palabras, los areitos solemnizaban ritos, aniversarios, celebraciones de bodas, ascensión de caciques, las cosechas y las victorias guerreras. Cantos bailados y fraseados coralmente iban acompañados por instrumentos musicales fabricados de madera fuerte y hueca.
Como instrumentos musicales utilizaban maracas de madera o de higüero (Crecentia cujete), el mayohabao o tambor confeccionado de un tronco ahuecado que colocado en el suelo se golpeaba con un mazo, además de fotutos o trompetas de caracol, ocarinas de barro y flautas de caña o hueso.
A estos cantos y bailes acudían los hombres y mujeres, pintándose el cuerpo con tintes rojos, blancos y negros, adornándose, también, con sartas de caracoles y semillas que hacían las veces de sonajas, cuya sonoridad ayudaba a mantener el ritmo a los danzantes. Al mismo tiempo tomaban ciertos brebajes embriagantes.
Prácticas funerarias
En lo relativo a la muerte, no existía una unidad ritual, por lo cual las ceremonias funerarias respondían a diferentes formas. Lo único que unificaba los ritos y ceremonias de enterramiento era la creencia en un mundo supraterrenal o de ultratumba, por lo que los muertos eran enterrados con sus pertenencias esenciales para que en el más allá reconciliaran la vida personal con la vida material.
Si quien moría era un cacique se acostumbraba, en algunas regiones, a enterrar viva, junto a él, a su esposa preferida, denominándose a la mujer que padecía tal sacrificio Athebeane Nequen.
Aporte linguistico, utensilios de cocina, arte y gastronomía
Fue en La Española (la isla que comparten Haití y República Dominicana) donde los conquistadores europeos se toparon con esa nueva realidad lingüística que, poco sospechaban entonces, acabaría marcando profundamente su propio idioma.
"Al ser la primera lengua con la que se encuentran, es la que deja mayor huella en el español general, convirtiéndose en la más antigua y abundante en nuestro idioma", destaca María José Rincón, miembro de la Academia Dominicana de la Lengua.
Los taínos llegaron a usar una cantidad de objetos o instrumentos que satisfacían sus necesidades principales. Muchos de estos estaban destinados a la economía. Aunque poseían instrumentos que pueden parecer armas de guerra, ellos los empleaban en la agricultura, caza y pesca principalmente debido a que su forma de ser no era guerrera.
Según su uso los instrumentos se clasificaban en: instrumentos de producción, enseres domésticos, armas e instrumentos relacionados con las actividades espirituales.
Ejemplos de los instrumentos taínos son: coa, buril, hacha, raspadores, arco y flecha, barbacoas, majadores, entre otros.
Aportes Artísticos De Los Tainos:
La plaza central, generalmente en forma rectangular, donde los taínos cantaban y bailaban, se llamaba el batey. Las grandes celebraciones con bailes y canciones de los taínos ocurrían en el batey y se llamaban areítos
Los Taínos aportaron a la gastronomía dominicana el ají, yuca, batata, maíz, guayaba, piña y guanábana, productos agrícolas que ellos cultivaban para la subsistencia. Una de las características de la preparación de alimentos de los Taínos es que cocinaban directamente al fuego.
Muy buena presentación, solo que en las instrucciones se pidió presentar la receta y ustedes solo presentaron la foto del plato que eligieron no me incluyeron la receta
ResponderEliminarOtra observación es que deben tratar utilizar un mismo tipo de letra para hacer su publicación más atractiva
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